
Hay un alarido estruendoso que pretende acongojar el apacible transito de mis dias.
Hay un rumor sordo que pretende zozobrar mi sueño.
Y tambien está Venus renaciendo glorioso en el ocaso del Dios primigenio.
Una amenazante sierpe liquida se desliza por las calles del mundo regalando miseria, es una vieja conocida , la Codicia.
Si , esa misma que allá por 1922 vieran los clarividentes ojos del poeta,
para siempre truncado,
para siempre en la memoria,
los ojos de asombro de un principe de la vega,
en el infierno de Manhattan.
Buscado la barba blanca,
la fuerza de su reja
encontró a una gorgona,
encontró a una gorgona,
misera y vieja,
que le mostró un futuro, que le congeló el alma.
Y le empujó a cantarlo su noble sangre,
su calor de fragua.
Y desde Wall Street sigue avanzado aquel buque fantasma,
cuyo unico afán es secuestrar todas la almas,
el miedo y la mentira son sus armas.El temporal y la espesa niebla lo acompañan.
Pero no temais,
no es mas verdad que la de que cada segundo es un regalo.
De Âfrica soy...
y , entre Venus y el mar...
elijo vivir.